Hemos estado muy agusto en la casa. Está recién reformada. Todo prácticamente a estrenar. Amplia y cómoda y a escasos metros de la playa. Habitaciones y salón con ventilador de techo, mosquiteras en todas las ventanas y una amplia azotea que hemos disfrutado por las noches (espectacular vista de las Perseidas en agosto!). La Fabriquilla es un lugar tranquilo y muy bien situado para descubrir la zona del Cabo de Gata. Julia y su marido, los propietarios, con los que se comparte un patio a la entrada de la vivienda, son muy amables. Si volvemos por la zona sin duda repetiremos.