El departamento es de lujo, muy cómodo y extremadamente limpio. Nos encantó la experiencia de tener acceso al muelle y poder alimentar a los peces, fue algo muy especial. El anfitrión, Jesús, fue siempre muy amable, atento y al pendiente de todo lo que necesitábamos. ¡Muchas gracias, Jesús, por una estancia inolvidable!