El Hotel y las habitaciones están ya algo viejos, pero el entorno es maravilloso. El personal del Hotel es algo apático y lento en reaccionar a las peticiones, aunque tanto el personal del gimnasio como el del club infantil se esfuerzan mucho y son muy agradables. El buffet de desayuno está bastante bien, aunque faltarían más opciones de pescado y marisco. Tuve que ir al servicio médico por una picadura de un ciempiés y la verdad es que el médico fue muy atento. Desde el gimnasio organizan paseos por el campo, que son muy recomendables para conocer el entorno del Hotel. En general muy bien, aunque es cierto que no es de los mejores hoteles de este tipo en los que he estado, cuadra más con un cuatro estrellas que cinco, aunque entiendo que se paga la ubicación.