Pasamos 9 días en familia, con dos niños y un bebé.
Muy buena comunicación con el propietario, aunque las indicaciones para encontrar la casa son un poco liosas. Recomendaríamos proporcionar las coordenadas exactas para facilitar un poco la llegada. Se aparca perfectamente, muy cerca de la casa y a la sombra.
El alojamiento es muy cómodo, tres dormitorios muy pequeños pero con camas muy confortables y aire acondicionado en cada uno de ellos, que es un punto importante porque en el piso superior hace bastante calor.
Alojamiento muy "baby-friendly". Simon nos proporcionó cuna de viaje y trona portátil, y las escaleras estaban protegidas con una portilla para bebés.
El baño tiene una bañera muy grande y el agua caliente es más que suficiente para una familia numerosa. Inodoro no muy pulcro, pero como suele suceder en muchas casas de vacaciones...
La cocina está bien equipada (ojo, españoles, ¡no hay cafetera! Nosotros nos compramos una), y aunque parte del menaje no estaba muy limpio, es un inconveniente fácilmente superable. La nevera es pequeñita, así que a veces hay que priorizar qué refrigerar, no se puede hacer compra extensa.
Smart TV y wifi genial para utilizar con los niños.
Terraza muy amplia y acogedora (¡quizá más que en las fotos!), perfecta para desayunar y cenar.
Pero sin duda, el punto fuerte es la piscina de la urbanización. Enorme, con poca gente y ambiente muy tranquilo y familiar, para disfrutar mayores y pequeños. Chiringuito en la propia piscina muy amigable y con precios muy muy razonables. La cercanía a la playa también es un punto muy a favor. En unos 10 min accedes a la playa de Les Bobettes, familiar, con agua tranquila y calentita y varios chiringuitos estupendos para ver la puesta de sol.
En resumen, nos hemos sentido muy muy agusto, hemos pasado unas vacaciones estupendas.