Estuvimos en la Casa rural Dalt La Figuera a finales de agosto, Hemos creado una pequeña tradición familiar que consiste en reunirnos una semana en vacaciones, compartiendo casa, lo que nos permite recuperar, en parte, el tiempo que no nos podemos ver el resto del año. Este año, elegimos la zona de Segovia y esta casa maravillosa rural, que localizamos en internet. Fue un acierto. La casa y el jardín son preciosos y muy acogedores. Tiene una amplia mesa bajo el porche que invita a largas sobremesas y una piscina ideal para los niños. Nani, la propietaria, vive en la parte baja de la casa, pero sabe dejarte tu espacio, con la tranquilidad de tenerla cerca si necesitas algo o surge algún problema. Nos encantó estar allí, muy recomendable.