La habitación amplia pero con camas demasiado pequeñas. La limpieza correcta.Imoosible descansar más allá de las 8 de la mañana, ruido continuo del ascensor intolerable para los tiempos que corren.Los dos últimos días obras partir de las 8:30 de la mañana enfrente de la habitación.El desayuno más sencillo imposible, no entiendo que en los tiempos que corren no haya una tostadora de pan y sacarina.Por cierto la máquina de café del siglo pasado. Lo mejor de la estancia es la cercanía a estación de metro Battistini, cafetería con desayunos buenísimos y pizzería con pizzas deliciosas. Bueno la atención del personal bien.