Los anfitriones son fantásticos. El piso es super cómodo, las habitaciones amplias, el baño amplio con ducha grande. El salón tiene un ventanal muy grande que da al bosque y la cocina tiene de todo, y una nevera grande. Nos ha gustado dónde se encuentra porque está cerca de todo, como en el medio de cada lado de la isla. Y junto al piso hay un supermercado pequeño pero que también tiene de todo. Justo en el bloque tienes una casa de alquiler de coches y motos.