Hemos estado alojados cinco días en el hotel. Está realmente en el centro de la ciudad, por lo que se puede ir caminando a todos los lugares de interés, y está rodeado de una amplia oferta de restauración. Es cómodo, muy limpio, y ofrece un extraordinario desayuno digno de un hotel superior. Ofrece zumo de naranja natural recién exprimido, un panal auténtico por el que chorrea la miel, gran variedad en el bufet de frutas, panes, quesos...incluso cava. El personal es muy agradable y servicial. Sin duda recomendamos visitarlo.