Hotel normal, cerca del centro de Madrid y de Atocha , se puede llegar andando a todos lados. La habitación estaba muy limpia y el personal amable, pero las comodidades dejan mucho que desear. Empezando porque no hay baño sino que está la ducha por un lado , el lavabo dentro de la habitación y un wáter sin privacidad alguna, parecido a los baños públicos, sin manija por dentro, puerta que no llega ni al techo ni al suelo. Sin lugar para dejar las valijas o la ropa, en invierno se hizo complicado, no tiene estantes, ni sillas, ni armario ni nada, solo algunas perchas y una banqueta.
Tampoco nos han permitido dejar las maletas el día del check out, tienen un servicio de lockers de pago, es la primera vez en todos los años que llevo viajando , que me hacen pagar por este servicio .
El desayuno de pago, es buena calidad pero muy poca variedad, algunas zonas del desayuno un poco sucias.
Es la primera vez que un Ibis me decepciona,lo suelo elegir bastante en mis viajes, pienso que hay algunos detalles como poner más ganchos y estantes, una puerta para el wáter, que son muy baratos y pueden hacer la estancia bastante más placentera.
Por lo demás todo bien , solo lo recomendaría para una o dos noches o para viajar en solitario.