Estuvimos una semana en casa de Olga con la familia y han sido unos días maravillosos. El clima, la casa, el lugar, en pleno Pirineo, en un pueblo con mucho encanto sin masificaciones y cerca de muchos lugares. Las vistas del pueblo son preciosas y se pueden hacer muchos paseos andando desde la misma casa. Las vacas pasaban por la misma calle, los niños se lo pasaron en grande. Gracias Olga por estar siempre disponible para cualquier cosa y por tu amabilidad. Sin duda un lugar para repetir.