El hotel no tenía estacionamiento por ampliación, así que asignaron uno ajeno al hotel que cerraban con llave y cada que deseaba acceder uno a su auto había que dar aviso para que alguien fuera a abrir, al inicio me asignaron una habitación fatal, hasta atrás, sin vista de ningún tipo, incluso apestaba a cerveza y al lado un tipo con música alta y borracho, como me quejé y me vieron con mis hijos me asignaron otra mejor ubicada. Lo único rescatable fue el restaurante.