Nos ha encantado la estancia. La casa es espaciosa y cómoda. El jardín es una delicia para hacer barbacoa, jugar o difrutar del sol.
Además, el estado de conservación es perfecto: todo funciona a la perfección.
Por otra parte, la ubicación es muy buena. El pueblo de Villafranca del Ebro es acogedor y tiene muchos servicios: hay bar, carnicería, panadería, tienda, peluquería y cajero. Por tanto, puedes realizar tus compras allí mismo.
Por último, la anfitriona es muy amable.
Ha sido un placer estar aquí, volveremos.