El hostel es bonito con una arquitectura típica, está en la Medina. El dueño o señor de la recepción es muy amable.
La cama era cómoda, y la habitación y los baños compartidos estaban limpios. El lugar es muy tranquilo, pero se oye ruido de las habitaciones de al lado, tenía un señor que roncaba súper alto y menos mal tenía tapones para poder dormir.
Salí muy temprano y no puede probar el desayuno.
Pero hay que tener en cuenta que no puedes llegar hasta el hostel en coche, la calle más cercana para los coches está a 6 min caminando por callejones de la Medina que a veces no tiene casi luz.