Es una casa muy agradabe en un pequeño pueblo cerca de Carcansona y Narbona. Son habitaciones muy amplias con baño individual, y cómodas camas. Se trata de un palacete restaurado y amueblado con muebles antiguos, tiene además un precioso jardín mediterráneo con piscina. El desayuno es estupendo y muy bien atendido.
Andrew y Dow, son muy amables y hablan en francés e inglés.