Las opciones de comida en los restaurantes cercanos son buenísimas, los alrededores son preciosos, los paisajes una pasada. Además hay supermercados y tiendas muy cerca y bonitos lugares para visitar en la naturaleza.
No nos gustó que no se nos preguntase la hora de salida y que nadie nos atendiese cuando nos marchamos.
A la llegada nos faltaba papel higiénico en la habitación y el gel de baño era escaso. Tampoco estaba puesto el aire acondicionado cuando nos recibieron y hacía mucho calor.