Como ya han reseñado varios clientes, la insonorización del hotel es muy deficiente y se oye cualquier ruido de las habiaciones contiguas.
El espacio del desayuno es muy pequeño para acomodar todos los clientes y, si se baja a la hora más concurrida, hay que esperar y el surtido de comida y bebida está agotado y tarda en reponerse.
El personal de recepción pidría ser más amable. No así el del desayuno que fueron simpáticos y efcientes.
La habitación era cómoda, limpia y en buen estado, aunque un poco pequeña.
La situación del hotel es muy buena, en un barrio tranquilo y con multitud de bares, restaurantes y comercios.