Lo mejor: la atención del personal, la comida (muy rica).
A mejorar: el baño, al ser pequeño, sería más práctico con plato de ducha que con bañera. Y con mampara transparente, pues tiene una luz muy tenue y la cortina de baño negra tapa mucho la luz.
Si los vecinos de la habitación de al lado son ruidosos se escucha absolutamente todo lo que hablan.
El desayuno a las 10h es un poco tarde si se quieren realizar caminatas.
Pero el alojamiento en general es muy agradable. Lástima no poder hacer uso del ático, al ser un espacio común.
Buen lugar como punto de partida para hacer rutas.