Instalaciones ya un poco viejas y con falta de mantenimiento.
Restaurantes de reservación muy ricos, el francés ampliamente recomendable como para repetir, pero los tres son muy ricos. Solo que en 1 min se agotan los horarios disponibles, debes estar muy atento al horario para poder lograr reservar.
Habitaciones: En nuestra experiencia, la asignada a nuestra llegada resultó con plaga de juanes (cucarachas), nos la cambiaron, en la segunda la regadera daba un chorrito de agua, imposible para bañarse a gusto, el lavaba tapado y la caja fuerte no servía; hablamos para reparar todo y solo se atendió lo de la regadera. En esta también nos salieron juanes pero ya no supimos si nos los trajimos de la primera habitación o es un mal general.
El restaurante de bufete es muy rico, aunque creo ya quedó muy chico para el total de habitaciones, fuimos en temporada baja y aún así en ocasiones tenías que hacer fila de 15-25 min para esperar mesa. La coordinadora de ahí, María, nefasta, o no le gusta su trabajo o no se, pero dos días que nos la encontramos gritándonos por no podernos cambiar de mesa, nos asignaba una de 4 personas cuando éramos 5 (1 bebé) y pues no cabíamos.
Las albercas muy buenas, agradables y no se diga el área de toboganes.
Los animadores brindan muy buen show y entretenimiento.
La playa muy tranquila pero llena de vendedores que no pasaban ni 5 min y pasaba otro y otro.
El check in muy lento. En general medio bien, pero no creo volver ni recomendar