El piso es muy agradable, amplio, luminoso, fresco y decorado con encanto, acorde con la atención prestada por Glenys, que prepara la llegada tan bien que todo sale rodado. Responde a las expectativas generadas al ver las fotos a la perfección. Ubicado en el centro de Calella, está a dos pasos de las playas, restaurantes y cualquier otro punto de interés.